COLUMNA: ESPINA CRÍTICA
Más tarde, la parroquia principal, ubicada a un lado de
la Plaza Comunitaria en donde se estaban desarrollando las elecciones,
registraba más asistencia por parte de los feligreses. Había lanzamiento de
bastantes “cuetes” al aire y la presencia de muñecos de invitación (esas
figuras de papel china especies botarga que se utilizan para que la iglesia
haga la invitación a los barrios para la fiesta del pueblo), los cuales
bailaban apenas a unos metros de la entrada de la parroquia. Uno de los muñecos
estaba pintado como si trajera una playera totalmente azul y con la siguiente
leyenda: “Lo peor está por venir”. ¿Acaso algún mensaje subliminal por
el evento electoral que acontecía?
Por: Jaime Blanco
Parecía un domingo de calma total. A
casi tres horas de haber comenzado la elección para Presidente Auxiliar de San
Bernardino Tlaxcalancingo, población perteneciente al municipio de San Andrés
Cholula, el ambiente se percibía parsimonioso.
Nada de grilla, nada de compra de votos, nada de trifulcas, ninguna
señal de algún conato de violencia o delito electoral.

La gente aprovechaba la visita a la iglesia para
posteriormente emitir su voto. 4 planillas son las que competían por el puesto
de Presidente Auxiliar, aunque, de acuerdo a rumores de la gente de la
localidad, los candidatos más fuertes eran 2: los correspondientes a la
planilla de Unidad Ciudadana, encabezada por la figura de José Luis Mixcoatl, y
los de la planilla de la UPT (Unidad Por Tlaxcalancingo), liderada por Néstor
Elías Amaxal.
Las lenguas locales, y alguno que otro integrante de la
UPT, habían señalado -en días anteriores- que José Luis Mixcoatl era el candidato
oficial, el mandado y apoyado por el municipio y por el Estado. A
reserva de comprobar dicha información, lo cierto es que Mixcoatl ha sido
señalado como trabajador del ayuntamiento de San Andrés Cholula por varios
ciudadanos de Tlaxcalancingo. Cabe recordar aquí que por disposición de la Ley
Orgánica Municipal de Puebla, supuestamente, no se permite la participación de
partidos políticos como tales en este tipo de elecciones o, al menos, no de
forma tan descarada.
Por otro lado, la radio comunitaria de la localidad,
legitimada por parte de la población desde hace más de 5 años, ejercía su labor
como medio público al vigilar que no se violara ningún acuerdo o regla
electoral y que, mucho menos, se hiciera proselitismo a favor de algún
candidato, sea éste de derecha, izquierda o una mezcla “pragmática” de ambas
(escribo pragmática por no encontrar mejor eufemismo para decir convenenciera
o, talvez, para hacer contrapeso a la maquinaria oficial).
Como medio comunitario se realizaron encuestas para saber
las inquietudes de los ciudadanos de Tlaxcalancingo; para conocer el sentir
sobre qué aspecto o tema hace falta trabajar de manera más profunda dentro de
la comunidad, ya sea salud, educación u obra pública.
Todo marchaba normal hasta que, aproximadamente a las 5
de la tarde, la gente comenzó a quejarse porque ya no existían boletas
electorales para emitir su sufragio. El municipio de San Andrés había
establecido la emisión y entrega de 7,000 boletas electorales, aunque el padrón
de Tlaxcalacingo se estima rodea la cifra de 12,000 votantes pero sólo se
contaban con 2,500 repartidas entre 5 casillas que se instalaron en la plaza
comunitaria, frente a la Presidencia Auxiliar.
Los ánimos de la gente comenzaron a calentarse, y su
indignación creció más cuando encontraron en un vehículo, estacionado cerca del
lugar de votación, un paquete con otras 700 boletas electorales. Destacando que
dichas boletas tenían impresas las planillas en un orden diferente al aprobado
y el vehículo en el cual se hallaron tenía tarjetón del municipio de San
Andrés. Esto es lo que detonó las afirmaciones enfáticas de algunos habitantes
acerca de que se preparaba cierto arreglo para que ganara el candidato del PAN.
Se decidió anular las elecciones y quemar las boletas electorales para
establecer una nueva fecha de votación: domingo 4 de mayo del presente año.
¿Democracia postergada o Elección de Estado postergada?
En los medios locales, como fue el caso del portal de
noticias de E- Consulta, se emitía el mismo día de las votaciones, alrededor de
las 17:30 hrs, algunas declaraciones del gobernador de Puebla, quien mencionaba
que, pese a incidentes menores, las elecciones de las juntas auxiliares habían
sido tranquillas. ¿De 20 a 40 juntas auxiliares cuyas elecciones han sido
anuladas y postergadas representan un incidente menor, representan un
porcentaje poco relevante? Quizá sí para algunos, quizá no para otros, pero lo
que es un hecho es que, cada vez más, las comunidades pertenecientes a las
juntas auxiliares se vuelven muy contestatarias, protestan fuerte, si se sienten
engañadas o amenazadas en la elección de sus representantes. Eso, supongo, es
parte de una incipiente democracia, la verdadera participación, decisión y
opinión de la gente.
Las llamas de las boletas incineradas son, en parte, el
simbolismo de la indignación y malestar del pueblo, ese que todavía tiene
esperanza en que la democracia llegue de manera real a sus comunidades. Su
concepto de democracia dista mucho de ser retrógrado o incendiario, al
contrario, en la mayoría de los casos es ejemplar y auténtico, las reacciones
de esta elección son entendibles, en cierta manera, ya que resultan del
producto de sospechas generadas por años y años de abusos, de promesas sin
cumplir y engaños. Su democracia y forma de ejercerla no eran ariscas, las
hicieron así después de tantos palos. Democracia de pasiones en ebullición,
democracia en llamas.